
Hace algo más de 300 años, en 1722, se imprimió en Vitoria el primer libro alavés. Una fecha tardía, en comparación con las primeras imprentas de su entorno geográfico cercano. Por su parte, en 1964 la Fundación Sancho el Sabio Vital comenzó su andadura, cumpliendo el pasado año su 60 aniversario como biblioteca vasca.
Con el fin de conmemorar ambas efemérides, la Fundación Sancho el Sabio ha organizado la exposición “Impreso en Álava (1722 – 1958)”, en la que se dan a conocer la historia y evolución del sector de la impresión en la provincia desde sus orígenes hasta 1958, año en que se publicó el Reglamento de Depósito Legal del libro. A lo largo de aquellos 236 años, se instalaron en Vitoria una cincuentena de imprentas, que produjeron miles de libros, revistas, panfletos, hojas volanderas, carteles, facturas, talonarios, cuadernos, calendarios, etc., elementos que formaron parte de la vida cotidiana de la población alavesa de toda clase y condición
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